25 de noviembre de 2014

La poderosa muerte

Ayer saliendo del jardín encontramos un pajarito muerto y la conversación transcurrió más o menos así:
"¿Por qué está así?"
"Porque está muerto"
"¿Qué es eso?"... "¿QUÉ ES ESO?"
"Bueno.... que no está vivo, que no se va a mover más"
"¿Pero por qué?"
"Quizás estaba enfermo, quizás tuvo un accidente o estaba muy viejito" (Ya que estábamos hablando del tema pensé que sería bueno nombrarle cosas concretas)
"¿Necesita un parche?"
"No corazón, no se va a levantar, cuando uno muere ya no se mueve más" (Claro, supongo que más adelante tendremos la conversación respecto a los zombies, los espíritus chocarreros y obviamente... las momias)
"¿Pero y cómo se va a ir con sus pollitos?" (No sé si usted tiene LA alma funcionando pero la mía se hizo pebre cuchareao ahí mismo)
"No va a estar más con sus pollitos... mmm... tampoco sabemos si tiene pollitos ¿cierto?"
"¿Y no se va a mover ni un poquito, ni con el viento, ni si lo asusto?.... BUUUUUUUU!"
-Y ahí es cuando me puse creativa y dije, tate, le meto un concepto de religión y todos felices "¿Sabes?, el pajarito se fue al cielo.... mmm... o sea, no volando... se fue en espíritu... esteeeee... ahhh...[imagine mi cara de baba goteando].... se fue.... se fue a vivir con Jesús"
"Pero el niño Jesús vive en el pesebre con su maMaría y don José" (Obvio, la misma semana que se me ocurre ser catecista preescolar, en el jardín empiezan a hablarle del pesebre)

Y ya sin mucho recurso porque me tupí y quería hacerlo constructivo y sutil, utilicé la mejor técnica de todas, acerqué la realidad a una niña de casi 3 años de la mejor manera posible:

"Ehhhmmmmm mmmm ¿te conté que traje una leche en cajita?".... PROBLEMA RESUELTO, soy oficialmente una gallina en fuga

Mucho después me queda mirando y dice "Sabes mamá, en la casa de Lolo (mi mamá) tengo una cuna y no se mueve porque no tiene ruedas.... pero no está morida"

De los cuatrocientos millones de temas que no tengo idea cómo abordar y de las mil cuatrocientas cosas que deben pasar por la suya, mi espíritu copuchento amaría saber qué changos entendió, qué quedó como algo que no calza, lo que sé es que al menos no fue algo triste sino solo otro evento, ¿lo que debiera ser no?