Acabo de romper un pacto conmigo misma...
estoy cerrando mi conciencia y reabriendo la puerta, esa que nunca sé para dónde me lleva.
El viento agita mis pensamientos, se reformulan a cada nueva brisa,
me alejo y me acerco como una extraña marejada construyéndose a cada instante.
Sentada en un silencio penitente cuento los minutos faltantes para el minuto siguiente.
Contagiada de una pasividad incontenible me derrumbo cuando despierta avanzo,
y luego ruido y luego silencio y comienzo nuevamente el ascenso.
Veo como todo va avanzando en un extraño curso natural y vertiginoso
Veo como me alejo de una versión de mí y vuelve otra que también estaba conmigo esperando explotar.
La Inseguridad, ya estoy segura que ese es su nombre,
se vino a vivir a mi piel y no quiere dejarme,
se acomodó entre mis incomodidades y las palabras contenidas,
y este acelerado camino de contínuos cambios me traen aquí,
confesora de secretos invisibles,
Vuelvo al error, a buscar entre mi piel las respuestas,
y no quieres quedarte, te diluyes antes que pueda convencerte,
elígeme, quiero sin ruegos, sin odios ni despedidas que me elijas,
aquí estoy esperándote, desafiando, refugiándome en nuestros espacios comunes.
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