5 de octubre de 2012

Dejar que las cosas pasen


Pensé en no escribir tan egocéntricamente esta entrada pero también pienso que generalmente nadie cuenta el lado b, la parte que cuesta y que no es ni tan glamorosa ni tan "ayyy que linda que es la maternidad", así que, ahí va:

Doñita tiene ya 10 meses, para horror de alguna gente (no, nunca tanto, más bien cara de asombro) sigue con lactancia materna no exclusiva, y planeamos seguir en ello mientras se pueda.

Hace casi dos meses doñita comenzó a despertarse toda la noche, todas las noches cada 1 hora y 20 minutos, exigir pechuga (porque es exigente y no le interesa en absoluto el chupete o la mamadera) y seguir durmiendo... hasta que pasara otra hora y veinte, mi guagua es un reloj con patitas.

Y claro, no es sano para nadie vivir así, la crisis nerviosa me pasó encima como un tusunami de... de todo, cualquier cosa y llegué al punto de cualquier cosa me hacía estallar en llanto y pensar con horror "hoy tampoco dormiré".

Pero seguíamos con la convicción que cada cosa es una parte del todo, que nadie mama o se arrastra punta y codo para siempre y uno en la función de padre tiene que enseñar con paciencia pero también respetar los procesos y los tiempos de cada uno.

Y así noche a noche nos volvimos un poco más locos, más desesperados y con más ojeras pero al día siguiente doñita nos devolvía sonrisas y nos mostraba sus aprendizajes nuevos, en este mismo período pasó de moverse como reloj dando vueltas a la mejor comando punta y codo por tooooodoooooooos lados, a aprender que truncamos su incipiente vocación electricista por todos los cables y enchufes y desde hace unos días definitivamente quiere estar de pie y caminar por todos lados.

Si aplicas algo de empatia  y paciencia (y enojos y peleas y lágrimas y frustración porque vaya que cuesta) puedes ponerte en el papel de una guagua y entender que si llora ella lo está pasando peor que tú, que las encías picando todo el tiempo no debe ser una sensación grata y empezar a hacer cosas por ti mismo es instintivo y lo hará en un minuto u otro.

 Nos hemos ido aclimatando a cada nueva etapa y en casi todos los peak de aprendizaje hemos estado al borde del colapso... pero se pudo, doñita lleva dos noches durmiendo en 2 tandas de 4 horas seguidas... y es el universo, lo mismo será cuando duerma la noche entera, cuando nos converse y cuando aprenda a andar en bici, todo a su tiempo, dejando que las cosas pasen.

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