22 de marzo de 2013

La plaza

Ayer llevé a Doñita de nuevo a la plaza, en teoría, en el mundo pre parental me imaginaba yendo a cada rato, vivir en la plaza, llevar mi carpa y reclamar ese pedazo de patria para nuestra exclusiva soberanía... pero no siempre se puede (atención spoiler culposo...) o se quiere.

La plaza es todo un evento ahora que Doñita ya camina, la interacción con otros niños la incentiva a aprender trucos nuevos aunque no todos son buenos, la tarde que vio a un niño tirarse por el pasamanos de una escalera sufrí... dile a una mini humana que apenas se equilibra sola que no se suba cuando realmente es todo lo que quiere hacer en la vida, difícil po.

Aunque tenemos lugares más cerca me gusta ir a la Plaza Las Lilas, porque tiene una zona gugu-friendly en que estamos todas las mamás/nanas/abuelas/y- uno-que-otro-maravilloso-padre corriendo tras los minis, estamos tod@s en las mismas, sacando las colillas para que jueguen con tierra (si, en una plaza que está llena de juegos para guaguas y niños bien chicos, donde no cabe un trasero de adulto... ahí mismo hay colillas, naquers).

Es reconfortante y extremadamente gregario ir a la plaza, establecer conversaciones aleatorias con otras mamás en las que de repente les pasas un dato, te aconsejan o simplemente tienen esa mirada cómplice de "también estoy raja".

El tema irrelevante de hoy es que muchas mamás tal como yo van saliendo de la ofis, vuelan a buscar a sus hijos y se instalan en la plaza, yo y mi informalidad/comodidad voy con zapatillas, con chalas, con el pelo tomado para ir a jugar (porque así jugaba yo po, cómoda) y me encuentro con el Viste la Calle/Inauguración H&M/CatálogoMom pero en serio, ayer figuraba con chalitas, con pantalones anchos de esos ultra comodos, playeros y negros cubre manchas y pasa al lado una mega woman con su vestido con transparencias, con sus zapatos lady gaga a siete metros de altura ¿y qué me importa? nada, ella corría igual que yo tras su hija, trataba de decirle que no le pegara a otro niño y lo hacía desde allá arriba, no sé cómo veía todo, no sé cómo se equilibraba y menos sé cómo aguantaba los dedos apretados sobre los tacos en gravilla, yo no tengo esas capacidades de runway girl.

Ir a la plaza implica como toda salida con doñita miles de accesorios (¿o seré yo la alaraca y otras mamás van así no más?) unos los uso siempre, otros los he dejado de usar y otros los llevo igual por el bien mentado caso de la ley de Murphy.

Los aciertos:

  • No vivimos al lado así que si o si vamos en coche y como está super cansada a la vuelta generalmente se queda dormida.
  • Las burbujas... toda maña al irnos, toda insistencia en querer el andador maravilloso y de colores de otro niño puede desaparecer con las burbujas (y le dejo el cacho a las otras mamás que ahora necesitan mis burbujas)
  • El balde y la palita... ¿qué onda con el gen constructor de los niños? se las pasas y las hierbas de san juan son una alpargata Iberia al lado de este relajante naturals.
  • El vasito de agua, claro, la hago correr, subir y bajar como loca y no le voy a llevar agua.
Lo que sigo llevando:
  • La manta, ahora que camina me mira con cara de "aloooo McFly, ¿pretendes que me siente a jugar aquí?" y claro, la entiendo, ha pasado toda su longeva vida sentada o acostada, yo tampoco querría sentarme un rato más, pero la llevo, la llevo por si en algún extraño caso la maternidad se convierte en eso que te engrupen con fotos perfectas de un picnic perfecto (no me diga que su hijo si lo hace).
  • Una muda de ropa y pañales, vivimos re cerca para cualquier cosa nos devolvemos a casa y listo pero ahí está mi instinto de mmm no sé cuál es el mal ¿ Diógenes? de recolectar, de llevar hasta lo imposible... de hecho cuando era ultra guagua no sé como cerraba el bolso de todo lo que llevaba.
Lo que ya no llevo:
  • Demasiados juguetes, la gracia de salir al mundo exterior es correr, tirarse por el resbalín, columpiarse y no quedarse ensimismada en juguetes, creo, además con más niños siempre es un cacho porque empiezan a quitarselos y mi corazón de melón es suaaaave y aún no los pide de vuelta, snif.... y yo, yegua mom monto en furia cada vez que otro niño le hace algo, se me va la maternidad a la conchelaloraland y quisiera dinamitarlo ahí mismo pero respiro... Doñita tampoco entiende el concepto de compartir aún.




3 comentarios:

Romina dijo...

Que choooori, nosotros llevamos a la Javi a las plazas (por suerte en el barrio hay una plaza cada 3 cuadras) pero es chiquitita y aun no juega como doñita, ni tengo que enfrentarme a mis instintos de asesinar cabroschicosajenoshinchapelotas, pero le gusta mirar a los niños y gritarles como si quisiera que la invitaran a jugar.
Es para nosotros una instancia para planificar cosas, para reírnos, para ponernos al día y para disfrutarla a la gorda, pq en la casa como que todo es hacer algo, mandar algo por correo, asear algo, etc. Es nuestro break... ahora que lo pienso capaz que lo disfrutemos más nosotros que ella jajaja.

En cuanto a llevar cosas, a mi me pasa al revés... nunca llevo lo suficiente. De hecho no uso ni bolso de bebé...meto una muda de algo en mi cartera, la papa, un juguito y soseriatodo. Siempre se me queda un chal, un pañito para las babas, etc. Siempre alguien me presta o improviso, pero no hay caso, no soy de bolso de bebés :S

Ya quiero que juegue en la plaza...apuesto a que entonces, ya no me gustará tanto ir jajajajaja

Paola dijo...

La raja!
Fui alguna vez a esa plaza con sobrinos postizos, nos sacamos los zapatos todos, nos metimos a la arena, me gané el respeto de mis sobrinas cuando metí los pies en la arena y cuando corrí detrás de una de ellas que se fugaba de la plaza aprovechando que papás y abuelos estaban comiendo pastelitos.

Vi baldes ser secuestrados por otros niños, vi a mis sobrinas con cara de sconf sin saber si llorar, pegarle al niño, o quitarle el juguete y correr hasta desaparecer. Al final me miraron con cara de "eres nuestra héroe" cuando le pedi el juguete al niño y él me lo entregó con la misma cara de sconf de ellas.
:D

Viva la infancia old-school, es la única infancia que vale!
:D

Guillermo dijo...

Nuevamente mi hija nos regala una plaza emocional, donde encontramos la sombra regalona de un recuerdo y la brisa cargada de perfumes de vida...
Y Debe ser que Palula jugaba en
Plazas llenas de chuscas pampinas resecas de col , con gigantes muñecos hechos con desechos de la industria minera o con el infinito desierto como escenario..les juro que la más fashion mundo que pasaba estaba con la piel curtida, con los pies llenos de Pampa y con mil años en la espalda..Pero era tan mum como la de la plaza santiaguina llena de trabajo ejecutivo y presuroso.
Mi nieta ahora sueña con esas tierras que ya conocerá tomada de mi mano....